Artículo escrito por: Sergio Mayorga Rodríguez, Profesional Operación Comercial ESSA.
En las últimas décadas ha cobrado relevancia el término “prosumer”, para designar al consumidor que participa activamente en el proceso de diseño de los servicios o productos que desarrolla una organización. En otras palabras, es una combinación entre un productor y un consumidor. Actualmente, el concepto de personalización se ha expandido y ha sido adoptado por grandes empresas, y los prosumers van más allá de ser simples clientes. ¿Por qué? Se caracterizan por participar en la investigación previa al desarrollo de los productos, suministrar realimentación activa y tomar decisiones conscientes en lugar de comprar por impulso.
Algunos casos de éxito de prosumers incluyen la campaña “Batalla de sabores” realizada por Fanta, donde los participantes inventaron y compartieron sus propios sabores; las zapatillas personalizadas de Adidas que permiten a los compradores diseñar elementos como colores y materiales; Wikipedia, donde los usuarios contribuyen activamente al contenido; Medium, una plataforma de publicación donde los usuarios crean y comparten artículos; y Tripadvisor, donde los viajeros dejan reseñas que influyen en las decisiones de otros viajeros.
Este concepto ha permeado el sector eléctrico, donde un prosumer es un cliente o usuario que produce y consume energía eléctrica al mismo tiempo. Estos actores suelen instalar paneles solares o turbinas eólicas en sus propiedades para generar su propia energía. Así, utilizan esa energía para cubrir sus necesidades eléctricas internas. Pero aquí está la parte interesante: también pueden vender el excedente de energía a la red eléctrica.
La importancia de los prosumers en el negocio de energía es que contribuyen a la generación distribuida, produciendo energía cerca del lugar de consumo. Esto podría reducir la necesidad de grandes centrales eléctricas y líneas de transmisión largas. Además, al generar su propia electricidad, los prosumers promueven el uso de energía verde, reduciendo las emisiones de CO2 y la dependencia de fuentes no renovables. Al ser menos dependientes de los precios fluctuantes de la energía, los prosumers pueden estabilizar sus costos y contribuir a la resiliencia del sistema eléctrico. Con todo lo anterior, convertirse en un prosumer en el sector eléctrico es una decisión que puede tener un impacto significativo tanto a nivel personal como en la sociedad en general.
La infraestructura de medición avanzada (AMI) y los prosumers pueden interactuar de varias maneras en el contexto del sector eléctrico mediante: Medición precisa, que permite a los prosumers monitorear su consumo eléctrico en tiempo real; facturación bidireccional, ya que la infraestructura de medición avanzada (AMI) facilita la facturación bidireccional para los prosumers donde no solo pagan por la energía que consumen, sino que también reciben créditos por la energía que inyectan a la red; y también pueden interactuar en la Detección de fallas, ya que si un prosumer tiene problemas con su generación (por ejemplo, un panel solar defectuoso) se puede detectar anomalías y alertar al usuario o al proveedor de servicios.
Actualmente, no solo existen consumidores pasivos, por el contrario, estos consumidores se convierten en actores activos en el mundo de las marcas y los productos, por eso es importante dar un paso más allá y convertirse en prosumers, donde la voz de los clientes importa y sus opiniones pueden influir en otros consumidores.